Hoy justamente hace 10 años, inició mi camino, estoy segura que desde antes, en esta y otras vidas algo había hecho para lograr despertar, pero aparentemente no lo había conseguido del todo, así que esta vez estaba decidida, convencida de llevar mi evolución al siguiente nivel, descubriendo y cumpliendo mi propósito Divino.
Aún recuerdo cómo en 2011, tenía de jardín los Alpes, aquella quietud me invitó a adentrarme en algo que jamás había experimentado, sin más empecé a buscar información sobre la meditación y comencé a hacerlo. La paz, liberación y el amor que instantáneamente empecé a vivir fueron indescriptibles, cómo confirmaciones de que ese era el camino, los milagros empezaron a hacerse presentes día a día en mi vida. Lo que fuera que deseara con profundo amor, no tardaba en manifestarse.
Ahora entiendo que lo importante no era la materialización de mis deseos, si no el mensaje detrás, que ese era el sendero a recorrer, trayéndome liberación y sabiduría, no conocimiento intelectual, sabiduría Divina, que está en cada Bendito Ser que se atreve a adentrarse en su interior.
A los pocos meses conocí a una gran mujer que fungió la tarea de mi guía y mi madre, una vidente que tenía el don de sanar, de adentrarse en los corazones y repararlos. Ella continuó confirmándome y dándome la confianza que todas esas maravillas también estaban dentro de mí.
Meditamos juntas, reímos juntas, lloramos juntas, un día mientras me leía el oráculo me dijo tu, tu también eres “brujita”, también puedes hacerlo, yo insegura y con mucha desconfianza le dije que no, que no sabía cómo hacerlo, ella insistió…
Esta historia continuará…